¿Necesidades o deseos?

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  • 13 de marzo del 2022
  • Artículo 1
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El marketing vende deseos

Hay quien dice: ¡NECESITOOOO encontrar novio para ser feliz! que suele ser el mismo que dice: ¡NECESITO un trozo de chocolate! No confundas los téminos, lo necesario para tu vida es: comer, respirar, sexo y dormir. Si necesitas comer de verdad, comes lo que sea, no únicamente una onza de chocolate.

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¡Dios! ¡Necesito ese bolso para ser feliz! El marketing ha sido experto en hacernos pensar que los deseos son necesidades. Consiguen que confundamos necesidad con desear.

Según la RAE, necesidad tiene varias definiciones, pero te destaco: “Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido” y, además “falta continuada de alimento que hace desfallecer”.

¿Y deseo? Según la RAE: “Movimiento afectivo hacia algo que se apetece” y además: “Impulso, excitación venérea.”

¡Ahí está la clave! El deseo es un impulso casi incontrolable que es con lo que juega la publicidad y nos hace confundir esa excitación de quererlo ya para ser feliz con “lo necesito”.Securitas Direct en su publicidad recurre a escenas en las que un personaje siente miedo, parece que le puede pasar cualquier cosa en cualquier momento y que solo la alarma le hará dormir bien y sentirse seguro en casa. ¿Por qué? La seguridad familiar y en tu hogar es una necesidad propia por ser humano y está en el segundo escalón de la pirámide de Maslow (después de la necesidad de comer, beber y respirar). El Marketing y las agencias de marketing son expertas en identificar deseos, investiga y te hace pensar: ¡necesitas esa alarma para estar seguro!

Para cumplir un deseo primero tus necesidades tienen que estar cubiertas, los deseos aparecen cuando ya los escalones más bajos de la pirámide de Maslow los tienes cubiertos. Y claro, cuando tengas el servicio de alarma instalado y te des cuenta de que no es tan necesaria como pensabas, querrás darte de baja.

Te voy a poner un ejemplo más por si aún dudas entre la necesidad y el deseo: al voluntario de alguna asociación que está en la calle, te insiste, te pone carita de pena y te cuenta lo valioso que es tu dinero en el tercer mundo y en cuanto te despistas, estás pagando 10€ al mes. Algo que hará que a la mínima quieras darte de baja, porque ayudar a alguien es un deseo que tú tienes y los haces de corazón, no porque alguien te presione y te haga pensar que necesitas hacerlo para sentirte mejor. Y llevando esto a ti y tu negocio, ¿eso es lo que quieres? ¿atrapar un cliente? Ese marketing no está bien porque será tan efímero como el tiempo en el que tarda el cliente en darse cuenta que no necesita tu servicio/producto, ¡lo tiene que desear!

Seamos y busquemos deseos, no necesidades. Busquemos onzas de chocolate cuando nos apetezca. Una alarma no la necesitas, no la vas a buscar desesperadamente, la tendrás cuando tú decidas que es conveniente, que es un buen momento y estás segura de ello. Será tu capricho (que encima no te hace engordar).

Así que, la próxima vez que quieras chocolate, no digas que necesitas una tableta de chocolate… porque realmente ¡deseas un poco de chocolate! Y eso, es bien (dentro de los límites recomendados por tu dietista :)