En ocasiones se piensa que por enfocarnos a un segmento específico, estamos renunciando a otros targets. Todo lo contrario. Es esencial conocer nuestro público específico de la forma más profunda y detallada posible ¡cómo la palma de nuestra mano! Porque eso nos hará no dar “palos de ciego “en la comunicación, campañas e inversiones que vayamos a hacer.
La segmentación más habitual es la geográfica: ¿hasta dónde estás dispuesto a viajar tu o tus proveedores para llevar lo que ofreces? Aquí también entra el factor cultural, algo habitual por ejemplo en las cervezas, si yo soy la cerveza Dorada (de la isla de Tenerife) mi segmentación se quedará en Tenerife, porque aunque Gran Canaria está a 1 hora en barco, la cerveza es de esos productos que se sienten muy locales y en Gran Canaria se consume la cerveza local (Tropical).
Segmentación demográfica: ¿cómo es nuestro público? Para esto debemos fijarnos además del producto, en nuestra marca, atributos y eslogan para saber con qué target casamos mejor. Tenemos que definir su edad, sexo, renta anual, nivel educaciones, clase social, estado civil...
Segmentación psicológica: hablamos de su personalidad, grupos de referencia, roles sociales... ¿por qué es importante definir esto? Si nuestro target es de clase alta y una personalidad fuerte, quizá debemos valorar enfocarnos en toda nuestra comunicación utilizando el “usted” para no provocar rechazo o lo contrario, si hablamos de público juvenil habrá que tutearle. Si hablamos de un perfil asocial que no tiene redes, quizá no será necesario hacer una gran inversión en redes, pero si en publicidad no digital.
Estilo de vida: ¿cuáles son sus actividades e intereses? Nos vendrá bien para si queremos hacer campañas de remarketing decidir a donde llevar nuestra publicidad.
Y ahora hablemos de ese usuario hacia nuestro mercado, aquí no hablamos de nuestro producto en especial sino para el ejemplo de la cerveza, ¿cuál es frecuencia de consumo de cerveza de este segmento? ¿tiene lealtad a alguna marca en especial? ¿qué espera de ese producto? ¿cuál es la necesidad que busca satisfacer? ¿busca información en internet del producto? Esto último es muy importante si hablamos de bares, restaurantes o los coches, porque los usuarios usan internet para informarse y ver lo que dicen de ellos y si les compensa o no.
¿Qué es lo ideal? Ser capaces de llegar a imaginarnos esa persona. En 2011 llegó a España una multitud de canales en la televisión digital terrestre y con ellos una multitud de caneles que se peleaban por los diferentes públicos. Mediaset no se complicó mucho, creó una identidad que era una familia en la que cada miembro era un canal y aunque no era exactamente igual, cada uno se parecía bastante a su segmento: Boing el canal infantil era el bebé, Cuatro era el adolescente desenfadado y alocado o FDF el joven divertido y gracioso.
Cada marca tiene una personalidad y una persona ideal, pongamos cara a esa persona a la que queremos llegar y nos será más fácil llegar a ella, porque si nuestro cliente imaginado e ideal trabaja de lunes a viernes en una gran capital, quizá debemos enfocarnos a grandes ciudades y excluir de las campañas publicitarias los horarios nocturnos.